Por: Mario Antonio Lara Valdez
Santo Domingo (D.N.), República Dominicana. –A diario podemos ver niños, adolescentes, adultos y envejecientes con lágrimas y angustia, al recibir la desagradable noticia de llevar dentro de su organismo una enfermedad crónica, por esta realidad presento ésta propuesta al gobierno dominicano o legisladores, de especializar un impuesto para lograr cobertura ampliada, así como también ajustar la ley.
Cuando una persona recibe un diagnóstico que padece una enfermedad crónica, tanto física como emocionalmente, atraviesa una crisis existencial, ya que está en juego todo su pasado, presente y futuro, por lo tanto, debe ser asistida de forma inmediata e integral para enfrentar esta situación actual de salud, y a su vez, proporcionar un poco de calma a su entorno familiar.
El desequilibrio más fuerte en esa persona y su entorno ante este diagnóstico es cómo enfrentará económicamente ésta enfermedad, ya que puede perder todo lo que tiene o quedar lesionado gravemente lo que ha acumulado en su vida laboral.
Es por eso que solicito al gobierno dominicano o los legisladores, un impuesto especializado para cobertura de un 80% o total en enfermedades crónicas.
Una solución directa, que garantiza la salud psicológica del paciente, así como de sus familiares directos por tal diagnóstico, pero también que busca protección a la estabilidad económica presente y futura por el impacto negativo en la economía familiar.
La propuesta que coloco en consideración de los sectores sociales, económicos y políticos además del gobierno dominicano y legisladores para que podamos humanizar la obligación del pago de impuestos que es necesario para desarrollar una nación.
La modificación de leyes actuales es prioritaria, si es por el beneficio de los ciudadanos que son los que pagan impuestos y éstos deben ser retribuidos de forma tangible para lograr una satisfacción mayor y confianza en el pago de tributos al estado dominicano.
Actualmente la seguridad social contempla un millón de pesos (RD$ 1,000.000) por año, en el capítulo de enfermedades catastróficas lo cual algunas veces existen trabas o resulta insuficiente para no decir nada cuando a un individuo se le diagnostica una enfermedad crónica.