Por Miguel Collado
¿Problemas? No, amigo: no tengo problemas. Tengo retos, desafíos: búsqueda de soluciones, aventuras por vivir.
Solo tendré problema cuando no tenga problemas, es decir, cuando nada tenga que resolver, porque entonces comenzaría a dejar de tener sentido mi existencia.
¡Qué aburrido sería! No tener por qué preocuparse no es vivir, no es tener una vida con propósito. ¿O acaso piensas, amigo, que los ricos carecen de problemas? Para muchos tener dinero en demasía representa una agonía mayor, una esclavitud perpetua: un verdadero problema. .
A veces el problema mayor comienza cuando hay una ausencia de problemas, cuando no existe razón para preocuparnos por nada.
No, no tengo problemas, amigo; porque tengo muchos asuntos aún sin resolver y es eso precisamente lo que le da sentido a mi lucha por subsistir y avanzar.
¿Problemas? No, amigo: no tengo problemas. Tengo oportunidades para poner a prueba mis competencias, mis capacidades. Sobre todo, la oportunidad de verme a mí mismo al desnudo, en mi interior más profundo, y enfrentar el reto que representa cada problema.