Profanación – sacralización.
Por el P. Manuel Antonio García Salcedo
1 de mayo del 2015
¿Determinados aspectos de las fiestas juveniles o de los deportes provienen de una profanación de elementos de origen religioso o son la sacralización de realidades seculares? Pongamos ejemplos concretos para ilustrar nuestra reflexión.
Pienso que la misma música se ha convertido en una especie de culto, especialmente en los conciertos multitudinarios, una sacralización del estadio, la discoteca o la fiesta en un gran salón como templo, donde al artista se reverencia, sus cantos son himnos que se corean como confesiones de fe o de alabanzas que exaltan el espíritu, los bailes se repiten, los CDS, DVDs, MP4, modos de vestir, bailar, vivir y su vida narrada en los programas y revistas de farándula como seguimiento de su persona, además de un morbo que se desata cuando el artista tiene una conducta autodestructiva por las drogas, relaciones quebradas, problemas económicos e incluso cárcel o su suicidio.
A la persona del artista no se le valora, solo el entretenimiento que proporcione. Lo que pasa es que actualmente ese amor por los artistas es muy efímero y los artistas mismos son tratados como productos desechables y de poco nivel artístico, voces de estudio, pocos estudios académicos y promoción a base de escándalos en los medios y redes de comunicación.
Los jóvenes y adultos integran en sus fiestas, en su diario vivir por los ipads cuando hacen deporte, camino a las diversas actividades y en el vehículo, y sus relaciones amorosas las orientan de acuerdo a una canción, que muchas veces no les gusta de primera, pero con lo repetitivo de las mismas por la pagan que hacen las multinacionales de promoción, la persona adapta sus gustos musicales y actividades a esa música y al entorno de los artistas que son promocionados. Esta es una de las bases de una fiesta juvenil que son escapes a la realidad, cuyas obligaciones se ven como un yugo, no como un privilegio u oportunidad especial que no tienen millones de personas en el mundo en cuanto a bienestar, formación profesional y ser posibles agente de cambio y servicio en la sociedad.
Igual en el deporte. Es increíble las sumas que ganan personas que apenas han gastado tiempo en dedicarse al estudio y a trabajos en los que ha que emplearse a fondo para obtener lo básico para la subsistencia de una familia de forma honrada, descente y digna.
Igual pasa con las corridas de toros, el deporte del boxeo, carreras de carros, lucha libre y otras prácticas de recreación. Hasta podemos incluir a los concursos de belleza y algunas actividades culturales en las que se les da a las personas que las desarrollan un ambiente sectario, cerrado y a nuevos valores no se les da la oportunidad. Esto ocurre en el ámbito de los escritores y el cine.
Incluso hay actividades de carácter empresarial como son los cursos de calidad total y venta de productos asociados que tienen una mistica y una filosofía en la que sus vendedores deben asistir a congresos, encuentros, talleres, que copan todo el tiempo de los vendedores, con una filosofía que raya y traspasa lo ideológico y religioso.
Hace poco en las noticias se informa de unos padres que golpearon a un arbitro de 17 anos de edad en un partido de ligas menores de futbol porque este joven saco una tarjeta a un jugador. es un verdadero fanatismo absurdo y en algunos casos involucrados mafias de dinero con este deporte y otro, asi como la formacion de grupos radicales y vandalicos. Un sin sentido, una irracionalidad, en una sociedad en que la razon y el analisis no es sinonimo de cultura y sociedad.
El absolutizar las practicas que sirven de recreacion y de fomento de la salud, que en el fondo tienen un interés puramente mercurial por parte de quienes son los productores y promotores de estas actividades, venta de comidas, ropas, bebidas, locales, mercadeo para la promoción, incluso blanqueo de capitales, abuso de la dignidad de las personas, animales y medio ambiente en pos de un producto que oferta y de alto rendimiento, si hace que tanto las fiestas, el deporte, las artes, el recreo y otros pasen de ser una actividad de culto o pseudoreligiosa a un sacrilegio o aberración de lo que debe ser el ocio, la creatividad, la estética y las disciplinas propias de las humanidades de donde brotan todas las ciencias del quehacer de las personas.
La fiesta, el arte y el juego tienen su origen en ceremonias religiosas. Sin embargo, los fines trascendentales que motivaron la religion se olvidan y se transforman las actividades comunitarias de recreacion que brotaron de la misma, se busca que toda actividad sea simplemente una actividad placentera. Luego la religión, lo sagrado, no tiene sentido. Los medios pasan a ser fines, y el fin es el sin sentido.
Sino como es posible el consumo de drogas por alcanzar una medalla en una competencia atlética, el sacrificar todas las otras dimensiones de la vida, lavando el cerebro de las personas, especialmente de los jóvenes, de que si no se bebe alcohol como locos, y no se esta exhaltado, que si no se sale todos los fines de semana a una fiesta, que si no hay transgresiones del orden legal establecido, se es un fracasado y una persona frustrada, y como es posible que la vida de toreros, atletas, y otros personajes así como de personas que no tienen mucho que ofrecer de positivo sean las tapas de revistas del corazón semanales, y las librerías y universidades tengan dificultades para poder cumplir sus objetivos de formar personas de buen laborar y que aporten positivamente a la sociedad por los pocos recursos que los estados destinan a las mismas.
Hay dinero para recreaciones, hay muchos fines de semanas libres como puentes vacacionales, hay muchos lugares y cosas para recreacion, pero hay pocos medios para educacion, ayuda a los mas necesitados y para dedicarse a una intensa labor de trabajo.
Pienso en las señoras que se sienten imposibilitadas de romper la prisión de la casa en que se encuentran y se pasan el dia viendo programas de cotilleo, y en los cientos de personas que somos presos de ordenadores (computadoras), televisiones y contenidos huecos que llenan nuestro diario vivir a todas horas.
Me hago la pregunta como volver o buscar un equilibrio de vida en que las fiestas, el deporte y actividades impuestas con interés pecuniario, y que el cine, la televisión, los bares y otros medios no dirijan nuestras vidas.
También como se podrían orientar hacia nuevos modelos sociales nuestra atención para que no sea el artista drogadicto, el político corrupto, la actriz infiel, el deportista violento y sin ningún estudio o en muchos casos el personaje que sale en la serie de homicidios o el asesino a serie de las películas de acción nuestro modelo a seguir. Y por último, con el fenómeno que he visto en España, que en misa de 25 minutos todas las personas se pasan mirando el reloj a ver a que hora termina y en Andalucía exclaman en voz alta: ayyyyyyy!!! cuando se extiende la celebración un poco, y para otras actividades seculares no hay tiempo ni se cansan.
Donde estará el problema???? Sera que estamos desafados como Iglesia y que no estamos viviendo lo que predicamos, y la gente se da cuenta??? Por que no se vibra con la religión como antes ni se escucha la voz de Dios como sentido y norte de vida??? Parece que en la Iglesia tendremos que aprender de los ambientes secularizantes en materia de fiestas y deportes para no quedarnos solamente con unos pocos viejitos, y los miles de miles de miles de jóvenes que se aburren en la Iglesia y la abandonan, les parece cosa de la epcoa de las cavernas. Todo indica que hay que presentarles una mejor oferta que supere al fenómeno de sacralización de los temporal y desechamiento de las realidades eternas.