Los enormes ojos cristalinos y azules que poco o nada parpadeaban en la pantalla eran un clásico de las transmisiones de Navidad y Semana Santa en América Latina.
Era la miniserie de televisión «Jesús de Nazaret», de Franco Zeffirelli.
El tema es que los ojos del actor Robert Powell, quien interpretó a Jesús en la cinta de 1977, no eran azules, sino verdes.
«No son azules. Son verdes. Lo que pasa es por un truco de la luz parecían azules cuando se reflejaba la luz», le dijo Powell a la BBC.
Casi 41 años después de su estreno, el rostro de Powell sigue siendo considerado la versión moderna de cómo se piensa en Occidente la imagen de Jesucristo.
El actor británico, que ahora tiene 73 años, pasó de ser un blanco codiciado de fotos, autógrafos y hasta pedidos de milagros a casi un desconocido que ahora se refugia en la literatura y está alejado de las cámaras.
«Creo que esa película tuvo un impacto tan profundo en la cultura debido a que supimos alcanzar a todas las audiencias y a que no fuimos tan específicos en nuestra aproximación a Jesús», dijo el actor al canal History Channel.
Pero, ¿cómo consiguió Powell uno de los papeles más famosos de la televisión en el siglo XX y cómo eso afectó su carrera para siempre?
Bajo el sol
Antes de 1977, Powell era un actor desconocido en el mundo del cine, a pesar de que ya llevaba más de una década protagonizando series para la BBC, como Doomwatch.
Pero en ese año asistió a la audición de un megaproyecto sobre la vida de Jesús que llevaba adelante el director Franco Zeffirelli.
Hizo la audición para el papel de Judas por recomendación de una de las esposas de los productores de la grabación.
Zeffirelli -quien se había posicionado como un reconocido escenógrafo para la ópera- había adaptado unos años antes, de manera estilizada y rigurosa, la tragedia romántica de William Shakespeare Romeo y Julieta, y quería hacer algo parecido con la vida del llamado Mesías.
Para el papel del «Hijo de Dios» deseaba a un actor de categoría como Dustin Hoffman o Al Pacino, que eran los más apreciados de la década.
Sin embargo, los productores cayeron en la cuenta de que ni Hoffman ni Pacino, a pesar de su enorme talento, se parecían a la imagen que había de Cristo en Occidente.
Mientras que Powell, quien ejercía de traidor, tenía unos poderosos ojos «azules» que servían mucho mejor.
«El único problema es que, después de escoger a Powell en el papel de Jesús, tuvieron que lidiar con el hecho de que él convivía con una mujer sin haber contraído matrimonio», relató el periodista Quentin Falk en su libro «Extraños -pero ciertos- momentos en la historia de la televisión».
«Después de que se conoció que sería el ‘Mesías’ aparecieron titulares como‘Jesús vive en pecado con su novia’, por lo que Powell tuvo que casarse con ella de inmediato», agregó Falk.
Evitando a Jesús
Para darle más protagonismo a la mirada, Zeffirelli, un hombre conocido por la obsesión por los detalles, obligó a Powell a no parpadear en la mayoría de las escenas de la producción.
Solo cedió en las escenas que correspondían a la pasión.
Y aunque la producción fue pensada como una película, debido a su extensión (seis horas y media) terminó convertida en una miniserie para televisión.
Miniserie que 41 años después sigue siendo la favorita de la Semana Santa y la Navidad en la mayoría de países católicos.
«Al principio de la grabación estaba evitando a Jesús. Zeffirelli y yo pensamos originalmente que nos gustaría combinar al Cristo divino con el humano y podríamos mostrar un rostro más cercano de Jesús», explicó Powell en una entrevista con History Channel.
«Pero al poco tiempo de iniciada la grabación nos dimos cuenta de que eso era imposible», agregó el actor.
El rostro de Powell comenzó a adornar las casas, las iglesias, los centros de oración de miles de lugares católicos alrededor del mundo.
«Una vez estaba en Venezuela grabando una serie italiana. Y era Semana Santa, y resulta que cuando entramos a una iglesia que había por allí se me acerca un señor y me dice sonriendo: ‘Es curioso, entré en esta iglesia porque la imagen que tenemos detrás del altar y veneramos es precisamente usted'», dijo Powell en una entrevista con el Canal 5 de Reino Unido.
Domingo de resurrección
Muchos medios señalaron que, después del estreno «Jesús de Nazaret», Powelltuvo que someterse a un tratamiento psiquiátrico para quitarse la idea de la cabeza de que él era el Redentor.
Sin embargo, ninguna de esas afirmaciones fueron confirmadas por el actor.
Lo cierto es que Powell volvió a la actuación con la idea de borrar la noción de que era Jesús. No volvió a utilizar el pelo largo o llevar la barba como en el largometraje de Zeffirelli.
Posteriormente hizo papeles relevantes, como Richard Hannay en la película «Los 39 pasos», de 1978, o el protagónico en el film «Harlequin», en 1980, que le hizo ganar el premio al mejor actor en el festival de Venecia.
También se dedicó a realizar trabajos de audio y lectura de libros famosos para programas radiales. Por ejemplo, para la BBC leyó en inglés la novela «El amor en los tiempos del cólera», del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Sin embargo, tras varios años en la comedia y el teatro, se recluyó en su casa para dedicarse a la literatura y la escritura creativa.
Reapareció este año en un documental del Instituto Smithsonian, donde recrea la vida de Jesús de Nazaret en Israel y los territorios palestinos.
«Acepté este trabajo porque en esta ocasión no tenía la responsabilidad de interpretar a Jesús, sino que vine como Robert Powell y podía hacer todas las preguntas que quería», le dijo al portal Smithsonian.
«Sin embargo, aunque siempre trato de minimizarlo, no puedo dejar de sorprenderme de que me sigan parando en calles de distintos lugares del mundo, incluso con el pelo corto, gafas y sin barba», añadió.
Fuente: BBC Mundo