El carismático cantante y líder del grupo británico de música electrónica The Prodigy, Keith Flint, fue hallado muerto el lunes, a los 49 años, poniendo fin a una carrera que contribuyó a propulsar la música rave a la escena internacional.
«La noticia es cierta, no puedo creer que esté diciendo esto, pero nuestro hermano Keith se quitó la vida el fin de semana. Estoy conmocionado, jodidamente furioso, confundido y se me parte el corazón», escribió otro integrante de la banda, Liam Howlett, en Instagram.
Era un «verdadero pionero, innovador y leyenda» y «le echaremos de menos para siempre», afirmó el grupo en Twitter.
El cuerpo sin vida del cantante fue hallado el lunes por la policía de Essex, en el sureste de Inglaterra, a raíz de una llamada recibida poco antes.
«Acudimos y, desafortunadamente, un hombre de 49 años fue declarado muerto en el lugar», afirmó un comunicado policial, subrayando que «la muerte no es sospechosa».
Se desconocía de momento el impacto de la noticia en los proyectos de The Prodigy, que debía retomar próximamente su gira internacional para promocionar su séptimo álbum, «No Tourists».
The Prodigy tenía previsto actuar en Colombia y Austria a principios de abril. Tenían después varias fechas de conciertos anunciadas en Estados Unidos en mayo y en Francia durante el verano boreal.
Fuertemente tatuado y peinado con una cresta ultrarrubia, Flint contribuyó a convertir a The Prodigy en uno de los grupos más influyentes de la escena underground británica a mediados de la década de los 1990.
Entre los grandes éxitos de la banda, que fusionan ritmos de baile con elementos punk, destacan «Firestarter» y la muy controvertida «Smack My Bitch Up», tema que fue denunciado como misógino y prohibido de difusión por la BBC.
Mezclando elementos de música técno y de breakbeat, ritmo forjado en «rave parties» ilegales en Reino Unido, The Prodigy se había convertido en uno de los grupos más influyentes de la escena underground británica tras el lanzamiento en 1997 de su rompedor álbum «The Fat Of The Land».
«Había una verdadera determinación a hacer cero concesiones», explicó el propio Flint a la AFP en 2015. «Se necesitaba un antídoto a la escena de los DJ, y eso lo hizo bastante brutal», explicó el cantante, que siempre había defendido un estilo y unas letras más virulentas que otros grupos británicos de música electrónica.
Keith Charles Flint nació en Londres en 1969 pero creció en Essex, al este de la capital. En los años 1990 conoció en una discoteca a Liam Howlett, que junto a él se convirtió en cofundador de The Prodigy y su principal compositor.
Gran aficionado a los motos, Flint participó en algunas competiciones y incluso fundó su propia escudería, bautizada Team Traction Control. En 2007, recorrió casi 2.500 km para ir desde Reino Unido al Gran Premio de España.
El anuncio de su muerte provocó una ola de reacciones en medios artísticos del país.
«Triste de conocer la noticia relativa a Keith Flint. Siempre fue muy divertido y muy simpático con Tom (Rowlands) y conmigo cuando empezamos a hacer espectáculos juntos», tuiteó Ed Simons, del dúo electrónico The Chemical Brothers.
El dúo Chase And Status, otra gran formación de la escena electrónica británica, se declaró «devastado por esta noticia trágica». «No estaríamos aquí sin Keith y su música», afirmaron.
«Hemos perdido a un titán», lamentó por su parte la cantante británica de soul Beverley Knight.
Fuente: Agencia Francesa de Prensa