Durante las próximas horas se conocerán los detalles de la salida a bolsa de Snapchat, una de la OPV más esperadas del año. La red social de los mensajes efímeros tiene el aura de las grandes OPV tecnológicas. Es una compañía social, joven, irreverente y con el halo de misterio propio de los mensajes que circulan a través de ella.
La apuesta es que comenzará a cotizar en el mes de marzo y lo que parece seguro es que será en la bolsa de Nueva York. La duda que asalta ahora a muchos potenciales inversores, sin embargo, es en qué estado llegará la empresa a esa fecha. La llegada de Stories a Instagram -básicamente una copia de una de una de las funciones más utilizadas de Snapchat- el pasado mes de agosto parece haber diezmado la cantidad de mensajes que se intercambian a diario en la red social de los mensajes efímeros.
¿Hasta qué punto? Difícil de saber. Según The Information Snapchat cuenta con 160 millones de usuarios activos diarios, un 22% más que en el mismo periodo del pasado año. Ha cerrado el año, además, con ingresos de 400 millones de dólares, superiores a los objetivos internos que la dirección tenía para el año.
Bien, hasta aquí todo parecen buenas noticias, salvando que el crecimiento parece haberse ralentizado en la segunda mitad de 2016 por la competencia de Instagram. El problema, sin embargo, es que la audiencia en Snapchat ha caído cerca de un 40% desde la llegada de Instagram. Snapchat sigue teniendo usuarios, incluso crece, pero cada vez se comparten y miran menos historias en la red.
Hay que sumar, además, el meteórico ascenso de Instagram Stories en los últimos meses. Este gráfico del analista Alex Barredo lo deja bastante claro:
Sobra decir que en Wall Street el estreno de Snapchat se va a seguir con interés. Ha demostrado ser más inteligente a la hora de monetizar que, por ejemplo, Twitter. Está más hambrienta y tiene más energía. Pero competir con Facebook e Instagram es muy, muy complicado. La escala de la empresa y su formidable capacidad para atraer anunciantes hace que sea prácticamente imposible. Twitter bien lo sabe.